¿Son viables los vehículos eléctricos en Medellín? Un estudio revela desafíos y oportunidades

Las bicicletas y patinetas eléctricas (imagen de referencia) enfrentan desafíos en Medellín debido a su topografía y altitud, según un estudio de la UNAL y la UdeA. FOTO Camilo Suárez
La transición hacia la movilidad eléctrica en Colombia avanza con rapidez y Medellín no es la excepción. Según datos de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), en 2020 se importaron aproximadamente 8.000 bicicletas eléctricas y 32.000 patinetas eléctricas en el país, mientras que el Sistema de Bicicletas Públicas EnCicla, operado por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, reforzó la movilidad sostenible con 77 estaciones en las que incluye una flota de bicicletas eléctricas.
Sin embargo, la topografía montañosa de la capital antioqueña presenta desafíos específicos para la eficiencia, operatividad y durabilidad de este tipo de vehículos, tal y como lo reveló un estudio liderado por los profesores Carmen Elena Patiño y Olga Cecilia Úsuga Manco de la Universidad de Antioquia, y Fredy Hernández Barajas y Fernando de Jesús Guevara Carazas de la Facultad de Ciencias y la Facultad de Minas, respectivamente, de la Universidad Nacional, en el que se desarrolló un modelo predictivo para evaluar su degradación bajo condiciones exigentes.
Según el profesor Guevara Carazas, la geografía andina plantea desafíos específicos para la movilidad eléctrica. Las baterías deben trabajar en condiciones extremas, lo que puede provocar su deterioro prematuro, explicó. Durante las pruebas, los vehículos fueron operados por el mismo piloto en circuitos diseñados para simular rutas comunes en Medellín. Los resultados fueron contundentes: la alta demanda energética sobrepasó la capacidad de las baterías, llevándolas a fallos críticos. La exigencia eléctrica fue tan grande que se quemaron, agregó el investigador.
El estudio también resalta la importancia de adaptar los diseños de estos vehículos a la topografía colombiana. Actualmente, la mayoría de los modelos han sido concebidos para ciudades con altitudes inferiores a 1.200 metros sobre el nivel del mar, una condición que no corresponde a Medellín, donde los desniveles representan un reto adicional para la eficiencia energética.
La investigación, denominada Modelos de predicción de inteligencia artificial para el análisis del sistema de salud de sistemas electromecánicos, utilizó tecnologías de machine learning, por medio de un software desarrollado para esta función capaz de predecir la degradación de motores y baterías en tiempo real.
Nuestro objetivo no es determinar si estos vehículos son viables o no, sino generar herramientas para su optimización y mantenimiento, permitiendo que sean una opción real de movilidad en el contexto colombiano, explicó Carmen Elena Patiño. Con la participación del grupo Hydrometra de la UNAL y el apoyo de la empresa Auteco, se recopilaron y analizaron más de 140.000 datos de telemetría, permitiendo una comprensión detallada del desempeño de los microvehículos.
Por otro lado, el profesor Guevara Carazas enfatizó la importancia de avanzar en este tipo de estudios: La micromovilidad eléctrica ya es una realidad en Medellín, pero si queremos garantizar su sostenibilidad, es fundamental desarrollar baterías y motores adaptados a nuestro entorno. Además, destacó el surgimiento de startups locales como Hakuna, que diseñan patinetas eléctricas pensadas para las condiciones andinas, abriendo la puerta a soluciones tecnológicas más adecuadas para la región.
A medida que la transición hacia la movilidad eléctrica se acelera, estudios como este aportan información crucial para la toma de decisiones en infraestructura, regulación y diseño de vehículos, asegurando que la movilidad sostenible sea una alternativa viable y eficiente para las ciudades colombianas.