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¿Qué requisitos cumplen las
instituciones que ofrecen programas de educación continua?
HOY EN DÍA, LAS UNIVERSIDADES TIENEN CENTROS DE FORMACIÓN CONTINUA, ESPECIALIZADOS EN OFERTAR PROGRAMAS PARA RESPONDER A LAS NECESIDADES DEL MUNDO LABORAL. La educación continua ofrece alternativas de capacitación para actualizar, mejorar y perfeccionar conocimientos en cualquier área, un reto fundamental si se trata de responder a las exigencias de un mundo laboral en constante cambio. Según el Ministerio de Educación, capacitaciones como diplomados, seminarios y talleres se enmarcan en la denominada educación informal. El Decreto Único Reglamentario del Sector Educación explica que estas capacitaciones brindan oportunidades para complementar, actualizar, perfeccionar, renovar o profundizar conocimientos, habilidades, técnicas y prácticas. Aunque el concepto de educación continua o continuada no existe en la norma, algunas universidades utilizan este término para enmarcar sus cursos de extensión. Estas formaciones, de acuerdo con el Ministerio de Educación, abarcan los programas de educación permanente "destinados a la difusión de los conocimientos y al intercambio de experiencias". Estos cursos son dirigidos a personas que cuentan con una formación previa, tienen una duración inferior a 160 horas y dan lugar a la expedición de una constancia de asistencia. Es clave tener en cuenta que los cursos de esta modalidad educativa no requieren registro ni autorización por parte de las Secretarías de Educación o el Ministerio de Educación Nacional. Por tanto, no existe una licencia de funcionamiento para la creación de un establecimiento educativo exclusivo para la oferta de educación informal. En otras palabras, este Ministerio establece que estos cursos los pueden ofrecer las personas naturales o jurídicas con ánimo o sin ánimo de lucro, lo cual incluye instituciones educativas debidamente aprobadas para la oferta de educación formal básica y media, educación superior o de educación para el trabajo y el desarrollo humano. En ese contexto, son muchas las instituciones de educación superior que actualmente tienen centros especializados en la oferta de este tipo de capacitaciones.
"Hasta hace pocos años, la educación continua era vista como una actividad opcional en las universidades. Y hoy cada vez más testimonios demuestran que el crecimiento de las unidades de educación continua ha sido impactante y sigue en auge", resalta Jorge Blando Martínez, presidente de la Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa. La Universidad Nacional de Colombia, por ejemplo, cuenta con un Centro de Educación Continua y Permanente creado en el año 2011. Su líder, Sandra Milena García, expresa que este centro especializado permite identificar las necesidades de formación que existen en el mercado para desarrollar una oferta educativa que responda a esa demanda. Sumado a esto, "los procesos de formación se diseñan de acuerdo con las necesidades compartidas entre el sector laboral, la empresa y la persona". Si bien cualquier institución puede ofrecer estas formaciones sin requerimientos adicionales, algunas universidades dictan programas con sellos internacionales. "Dependiendo del tipo de alianzas, estrategias y objetivos del programa de formación que se tengan al interior de cada institución, sí podrían llevar sellos o certificaciones internacionales" , detalla García.
Por norma general, las universidades no deben cumplir con una reglamentación especial adicional para la oferta de programas de educación informal. No obstante, en algunos casos se han expedido reglamentaciones para cursos especializados de ciertas áreas. Un ejemplo claro es la educación continuada en el área de la salud, que está regida por el Decreto 376 de 2022 del Ministerio de Salud. Algunas ventajas
En un mundo en constante evolución, la formación no termina nunca, de ahí la importancia de la educación continua para el desarrollo personal y profesional. Un informe del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe concluyó que más del 75 por ciento de los empleos emergentes requieren habilidades y competencias que no formaban parte de los currículos tradicionales hace una década. Para la líder del Centro de Educación Continua y Permanente de la Universidad Nacional, "esta alternativa de formación es una manera rápida y eficaz de enfrentarse a muchos retos laborales, lo que permite abrir un mayor espectro a nuevas oportunidades en el mercado". La experta destaca que se trata de una alternativa más rápida y económica que un posgrado, pero que también permite adquirir conocimientos actualizados en muchas disciplinas, un factor muy valorado por las empresas en un mercado laboral competitivo. Por otro lado, la Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa, Rédela, subraya que "la educación continua ayuda a desarrollar competencias clave para el futuro, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la habilidad de comunicarse efectivamente".